Proyecto expuesto en el 2016, en la sala municipal de Lima Pancho Fierro, Lima
El interés de Astrid Jahnsen por el estudio Fotografía Central fundado en Lima en 1863 por los hermanos franceses Eugene y Aquiles Courret puede trazarse en varias direcciones. Su interés por la historia y la historia de la fotografía, es una de ellas, pero también su consciencia de que la peruana es una sociedad en la que el pasado parece enviarse rápidamente al cajón de lo obsoleto.
La artista encontró la posibilidad de ingresar al estudio tal como estaba a fines del 2015, 80 años después de su cierre. Usando técnicas fotográficas antiguas –negativos, ambrotipos y ferrotipos obtenidos con colodión húmedo– la artista interroga un espacio central para la producción fotográfica en el Perú.
La cámara y procedimientos fotográficos antiguos hacen las veces de umbral a través del cual interrogar al presente en busca de las huellas del pasado y devuelven, como en una imagen de espejo distorsionada, una época y una cultura que no parece sentir reverencia alguna por el pasado. Los negativos, ambrotipos y ferrotipos tomados por Astrid Jahnsen nada nos dicen del mundo de ensueño del viejo estudio, pero muestran una dimensión donde la nostalgia y el reclamo ante el olvido dan pie a una narrativa que pretende ser, paradójicamente, el inicio de la abolición el olvido mismo.