Curaduría realizada en abril del 2009 , galería Vértice, Lima.

Las sombras se ciernen detrás de cada recodo. El follaje dibuja diagonales duplicadas en el plano especular y lo surca con nervaduras delicadas e intrigantes. Hans Stoll diseña y construye arcos y pórticos espectrales en la espesura informe, y conduce la mirada hacia una penumbra impenetrable que parece encerrar todo secreto. El fotógrafo abstrae, pictorializa la imagen con toques leves, corridos casi al azar y desenfocados. Las masas grises titilan con salpicaduras plateadas, luces diminutas que rasgan discretamente la maraña y sumergen su brillo en simetría implacable que esconde toda línea de horizonte.

Esta no es una selva de complacencia festiva, sino espacio poblado de premoniciones. Preñadas de calma y belleza infinitas, las Aguas Negras provenientes del fondo de los tiempos languidecen sometidas a los desatinos más vergonzosos. La cuenta regresiva resuena ominosa. Poco o nada se hace para detenerla. Esta muestra puede verse como un alegato sensible y reflexivo contra la pasividad desconcertante del inquilino que se define a sí mismo como el más inteligente del planeta.

Ricardo Wiesse