La última frontera

Los límites entre las diferentes disciplinas del arte se han ido haciendo cada vez más difusos. Supuesto que se revela con frecuencia en la fotografía, donde géneros pre establecidos como el foto arte, lo documental, el reportaje gráfico, e incluso con más sutileza, la fotografía de moda y publicitaria, se van encontrando formal y conceptualmente en el trabajo de los fotógrafos contemporáneos.

“Luz de las entrañas” no escapa de aquella situación. Por el contrario, Morfi Jiménez lo evidencia con entereza y no teme en experimentar con los diferentes géneros fotográficos, casi todos desarrollados por él a lo largo de su fértil experiencia. No en vano, la serie que Jiménez presenta en la sala del Centro Cultural Inca Garcilaso de le Vega, marca su inicio en la fotografía artística, producido luego de muchos años de práctica a través de variadas facetas fotográficas.

Cargado de la cámara y su infaltable luz, Jiménez traspasa géneros y montañas para descender en Cusco y Puno, y documentar de manera personalísima a su gente, sus plazas y calles, los campos, en fin, la cotidianeidad de un lugar gentilmente iluminado por la naturaleza. En ese transitar, la mirada del fotógrafo se ve obligada a recurrir a una diversidad de categorías, siendo probablemente una sola imposible para develarnos el amplio territorio visual y temático que su cámara descubrió en el mundo andino. En aquel descubrir, son definitivamente dos elementos los que capturaron la atención de Morfi: la luz y el color. Es así como ambos son acentuados en manos ¿o quizás es mejor decir ojos? del fotógrafo–la luz en el momento de la captura y el color en el revelado digital- invitando a los espectadores a perdernos en un universo quimérico, de ensueño, desconocido.

Curioso azar, cómo modos fotográficos tan exactos y generales, dialogan con formas más plásticas y personales, construyendo un discurso visual que lleva al límite la delicada línea divisoria, para tratar de representar una realidad que requiere derrotar fronteras y ser comprendida con propósitos en común.

Carlos Caamaño