Luz en soledad
La fotografía es un oficio tradicionalmente solitario. El fotógrafo y la cámara frente a su objetivo. El objetivo puede ser una multitud de incluso miles de personas, pero al acto fotográfico implica un instante de soledad extrema. El fotógrafo presiona el disparador, el diafragma se abre, y finalmente la luz ingresa. La luz en soledad. Una vez más, un gesto solitario en el hecho fotográfico.
“Luz en soledad” es una muestra fotográfica que homenajea la soledad en el suceso fotográfico. Y a su vez, plantea una analogía con la soledad del individuo en la sociedad contemporánea, el cual, a pesar de estar inmerso en un formato de vida inundado de estímulos, se enfrenta irónicamente a una sociedad altamente individualista. En esa misma línea, la muestra también se centra en los problemas de comunicación que actualmente atraviesa la humanidad. El individuo está expuesto a un sin fin de posibilidades de comunicación, sin embargo, vivimos en una era donde predomina el asilamiento, un tiempo de crisis comunicacional.
Las imágenes que componen “Luz en soledad” son representaciones que dejan en evidencia esas cualidades: la soledad, el aislamiento, la incomunicación. Son escenas que revelan una profunda soledad junto a indicios que señalan irónicamente infinitas presencias. Todas ellas son imágenes que documentan, bajo una estrategia visual objetiva y particularmente descriptiva, la cotidianeidad, el día a día de un individuo en una ciudad. “Luz en soledad” se ancla pues en una tradición humanista, tomando como referencia el arte holandés desarrollado en el siglo XVII, en el que los artistas dejaron de lado los temas religiosos e históricos –muy en boga en la época- para concentrarse en el ciudadano de a pie, en el ser humano común, en lo habitual. Así como en el arte holandés de aquél entonces -como si se tratara de una toma vouyerista– “Luz en soledad”, nos conduce a escenas cotidianas y domésticas, que cargadas de detalles sutiles, nos dan información muy valiosa en cuanto al momento y contexto en el que fueron desarrolladas. Este momento es el de una sociedad individualista, muy limitada en sus posibilidades de diálogo y fuertemente deshumanizada. El carácter descriptivo de la fotografía y la imparcialidad solitaria entre las 2 miradas, la del creador y espectador, afianza la condición artística de crear conocimiento por medio de imágenes.
La fotografía como una declaración de la relación ambigua entre el individuo y su entorno.
Carlos Caamaño A.