ÁLBUM FAMILIAR, LA CULTURA DE LA MEMORIA

Centro de arte Universidad de Lima
2017

Álbum familiar, la cultura del recuerdo

Una de las cualidades más relevantes de la fotografía es su dinamismo. Ella puede ser arte, documento y periodismo; puede ser imagen publicitaria y moda; puede aplicarse a las ciencias, a la medicina, a los estudios forenses; y a muchas otras actividades humanas. Sin duda, su uso es infinito. Pero, probablemente, su valor más destacado en la historia, y la cualidad más humana del hecho fotográfico, es su capacidad para poner en valor la memoria; sea individual o colectiva, privada o pública, local o universal. Álbum familiar, la cultura del recuerdo es una muestra fotográfica de carácter colectivo que busca poner en perspectiva precisamente esa sobresaliente facultad fotográfica, la de impulsar el recuerdo.

La exposición pretende representar distintas formas en las que un individuo evoca la memoria, lo que en este caso en particular se dará a través de tres ejes principales no excluyentes, por el contrario, sumamente interrelacionados unos con otros: lugares (un territorio), individuos (una familia) y contextos (una nación). A su vez, el recorrido por la galería también está dividido en tres soportes distintos: paredes, paneles y piezas suspendidas; lo cual nos envolverá a través de una visita dinámica respecto a las obras seleccionadas. Los proyectos exhibidos han sido desarrollados por fotógrafos con intereses y modos de trabajar distintos, contenidos también en tres subgéneros del arte fotográfico: el documentalismo, el conceptualismo y la experimentación. El periodo de producción es amplio: se inicia en 1990, con la serie Deseos, temores y divanes de Roberto Huarcaya, y se extiende hasta 2017, con el trabajo del joven fotógrafo Sebastián González, titulado La memoria.

Miradas dilatadas, un objetivo en común: generar en el público una reflexión en torno a la memoria con relación a las distintas estrategias expresivas desplegadas en la galería. Bajo el concepto acuñado por la profesora alemana Aleida Assman, de que la forma del recuerdo no puede simplemente repetirse continuamente, sino que debe irse renovando de forma constante, la muestra puede contribuir a la renovación de la memoria y proponer una perspectiva actualizada con la historia reciente. Con sus trabajos científicos, Assman transformó el término “memoria cultural” en un concepto guía en las ciencias culturales*. A partir de sus estudios, el sector cultural analiza y replantea la innovación de políticas, con el fin de contribuir en el futuro a la renovación de la memoria y sus posibilidades en cuanto a las nuevas generaciones. El cine, las artes visuales y escénicas, la literatura, los monumentos urbanos, los edificios históricos, festivales, incluso la creación musical, son todos medios preponderantes en la construcción de la memoria en las naciones contemporáneas.

En Álbum familiar, la cultura del recuerdo buscamos darle importancia a la fotografía como medio catalizador de la memoria; por tanto, medio de grandes posibilidades sociales, en el cual el espectador pueda verse reflejado como actor social que no olvida y que reconoce el pasado de la comunidad a la que pertenece. Recorrer la sala es una invitación a una pausa breve, para pensar y reflexionar sobre nuestra propia e individual posición en la sociedad y en la historia.

Carlos Caamaño A.

* “La cultura del recuerdo”, artículo publicado en DE Magazin Deutschland. Foro de política, cultura y economía, enero de 2015.